Una semana después de En busca de la nieve. Parte I, mi buen amigo Juanma y yo nos fuimos a Sierra Espuña. Nos habían dado un chivatazo de que todavía estaba todo nevado y la verdad es que no nos lo pensamos. Preparamos termos calientes, camisetas térmicas, chaquetones de nieve y todo lo necesario para no pasar ni una pizca de frío. La idea principal era fotografiar los Pozos de las Nieves de noche y cubiertos por la nieve.
Salimos sobre las 15:30 horas sin saber muy bien lo que nos íbamos a encontrar al llegar. Y digo esto porque nuestro planteamiento se vio totalmente roto al encontrarnos que el acceso a Sierra Espuña estaba cerrado antes de empezar a subir. Por seguridad, llamamos a los forestales para saber las causas reales de los accesos cortados y si era peligroso subir andando para fotografiar los Pozos de las Nieves. Pues bien, el motivo fue por la gran cantidad de nieve que aún quedaba y porque había tramos del asfalto congelado; pero se podía subir andando perfectamente. El único inconveniente eran… ¡los 8,2 km que nos separaban del aparcamiento! Nos miramos y, con una leve sonrisa mientras asentíamos con la cabeza, teníamos claro que íbamos a subir sí o sí.
No había vuelta atrás. Intentamos dejarnos lo máximo posible en el coche para cargar con menos peso pero, aun así, yo calculo que llevábamos más de 10kg cada uno entre el equipo, trípode, ropa de abrigo y comida. Lo peor no fue el peso, que también, sino repartirnos el peso de los macutos.
Dos largas horas y diez minutos tardamos en recorrer los más de 8 kilómetros que separaban el lugar donde habíamos dejado el coche del aparcamiento en el que habíamos pensado dejarlo. Sin embargo, aún no se había terminado nuestra peculiar odisea. Tras hacer un pequeño inciso para cenar y ponernos todo el equipo de nieve, intentamos empezar a caminar hacia el Pozo de la Nieve de Cartagena. Y digo intentamos porque la nieve nos llegaba hasta la altura de las rodillas, por lo que teníamos una movilidad muy reducida. Cada paso que dábamos era un desgaste enorme. La única parte “buena” es que el camino iba hacia abajo, aunque si ahora era “bueno” a la vuelta sería muy malo.
Tras dejar parte de la ropa y la comida detrás de unos arbustos para aligerar el peso, llegamos a nuestro destino y pudimos ver la espectacularidad que tiene este lugar añadiéndole la magia de la nieve.
Exif: Nikon D810 – Nikkor 14-24 mm- ISO 3200 – f/2,8 – 20 seg
Esta imagen tiene una iluminación principal para la que utilicé el foco Yongnuo YN-300, mientras que la luz de relleno, para intentar evitar que tuviera zonas empatadas en los árboles de la izquierda, la llevó a cabo Juanma con una Maglite 3D. Personalmente considero alta la dificultad técnica de esta foto ya que me junté con varias situaciones por primera vez: había fotografiado la nieve pero no de noche, la respuesta del YN-300 que era la primera vez que lo usaba y, por supuesto, la movilidad reducida que teníamos a causa de la nieve a la hora de desplazarnos por la localización. Bueno, para ser la primera el resultado me gustó bastante.
Exif: Nikon D810 – Nikkor 14-24 mm- ISO 3200 – f/2,8 – 20 seg
Esta otra está tomada justo por la otra parte del pozo. Respecto a la iluminación, solo utilicé el Yongnuo YN-300. Como anécdota, aunque no se nota mucho, se me tuvo que mover el anillo de enfoque y por eso esta foto no está tan nítida como debería. ¡Qué suerte!
Aunque nuestra intención en primer momento era ir también a los Pozos de la Nieve de Murcia, el tiempo se nos echó encima y decidimos descartarlo a última hora. Ahora vendría lo peor de toda la salida. La subida hacia el aparcamiento fue uno de los momentos más duros de todas las salidas que he hecho ya que nos parábamos cada diez pasos por el cansancio y desgaste que sentíamos. Por más que quisiera, no lo podría describir con palabras.
Y para terminar, la joya de la corona. Por si a alguien se le ha olvidado, habíamos subido más de 8 km por lo que ahora tocaba bajarlos. ¡Vaya infierno! Con unos dolores importantes en todo el cuerpo, llegamos al coche y nos fuimos para casa.
Sin lugar a duda, esta salida la recordaré siempre por todo el sacrificio y esfuerzo que pusimos Juanma y yo en conseguir las mejores fotografías posibles pese a las dificultades que nos encontramos.
Aquí podéis ver cómo vivió Juanma está salida: http://recogeyvamonos.com/la-nocturna-mas-dura/
Si has llegado hasta aquí, te doy las gracias por leerme y espero que las fotos te hayan gustado. Muy pronto más y mejor.
Nota: Aquí tenéis un vídeo que hizo Juanma de nuestra salida. ¡Disfrutadlo!
2 Comments