Bienvenidos, de nuevo, a mi pequeño diario de viaje sobre Cantabria. Para los que no lo pudisteis leer, en la primera entrada os conté que iba a dividir mi experiencia en el norte en tres partes. ¡Continuamos el viaje!
El segundo día comenzaba muy temprano; todavía no había salido el sol. Preparé la mochila y me desplacé a unas rocas que había en la misma playa de Comillas. Poco antes del amanecer un manto de nubes cubrió toda la costa. No era el mejor día para hacer fotos, pero, ya que estaba allí, tenía que intentarlo. Coloqué el trípode en la arena, puse la cámara encima y, con el disparador en una mano y una cartulina negra en la otra, empecé a disparar.
Por unos momentos el sol intentó romper entra las nubes, pero fue solo eso: un intento. A continuación, cogí el coche y me fui a la playa de Oyambre, que estaba a unos 3,5 km de la playa de Comillas. Me metí por unos senderos muy estrechos y me quedé a la otra orilla del arroyo del Capitán. No pude moverme mucho, pero, desde mi posición, pude contemplar la magnitud de la playa.
El siguiente destino fue la Universidad Pontificia de Comillas. En 1890 se creó como Seminario, pero no fue hasta 1904 cuando se convirtió en Universidad, gracias al Papa San Pío X. El enorme complejo de edificios originales se encuentra ubicado en un lugar privilegiado con vistas al mar y su interior está decorado de forma minimalista con colores muy claros para aprovechar más la luz. Todo muy bonito y moderno.
Antes de irnos a comer a San Vicente de la Barquera, nos dio tiempo a ver el Palacio de Sobrellano. Este grandioso edificio de estilo neogótico se construyó por encargo del primer Marqués de Comillas, Antonio López y López, acabando las obras en el año 1888.
Para terminar el día, justo antes del atardecer, nos desplazamos a la ubicación del primer día: la cascada de El Bolao, en Toñanes. El principal motivo de la visita era reconocer bien el sitio, ya que quería hacer fotografía nocturna del lugar al día siguiente, y, como sabéis, es recomendable que se visiten los sitios de día para analizar los posibles peligros existentes.
Tras un día muy largo, nos tocaba descansar y recuperar fuerzas.
