La semana pasada os enseñé la primera parte de mi viaje a Barcelona donde destacaban, principalmente, los monumentos. Pues bien, esta segunda parte es totalmente diferente. Al principio, tengo que reconocer un poco la frustración que me entró al no poder realizar lo que quería pero, pronto, me di cuenta de que tenía una muy buena oportunidad de practicar otro estilo totalmente distinto a lo que suelo hacer: la fotografía callejera.
A partir de ahora mi motivo principal iban a ser las personas y lo iba a completar con los fondos más característicos de Barcelona. En mi cámara llevaba montado un gran angular, por lo que todas las imágenes tienen la distorsión óptica típica de estas lentes; sin embargo, llevar este angular montado me permitía acercarme muchísimo a las personas sin que pareciera que las estaba fotografiando, y esto era un plus. Como anécdota, os diré que algunas de las imágenes que veréis a continuación están disparadas sin ni siquiera mirar por el visor, debido a la distancia tan próxima que me encontraba. Realmente me lo pasé genial haciendo este tipo de robados.
Con estas imágenes doy por terminado mi paso por la ciudad de Barcelona. Muy pronto más y mejor.