Muy buenas a todos. Hace varias semanas se puso en contacto conmigo la empresa Saal Digital para ofrecerme la posibilidad de hacer un análisis de sus fotolibros. Me pareció muy interesante la idea y acepté encantado.
La entrada de hoy la dividiré en dos partes: en la primera hablaré un poco del programa para maquetar y, en la segunda, sobre el fotolibro ya impreso.
SOFTWARE SAAL DIGITAL
Para realizar un pedido, sea una fotografía, un álbum digital o cualquiera de los distintos productos que ofrecen, es necesario descargarse un software específico que es totalmente gratuito. Una vez descargado e instalado, lo abrimos y vemos que nos muestra de forma clara todos los tipos de impresión que realizan.
En mi caso, he elegido la siguiente configuración:
- Fotolibro de 28 x 19 en horizontal
- Tapa dura
- De 26 páginas
- Superficie de las páginas en mate
Avanzamos y nos aparece lo que sería la maquetación de nuestro fotolibro. Antes de empezar a utilizar un programa, me gusta ver siempre todas las opciones de las que dispone para saber de forma aproximada todo su potencial, aunque algunas veces es necesario el uso continuado para conocer todas sus opciones. En este caso, sí os recomiendo que profundicéis en su manejo para sacarle el máximo partido.
Básicamente el programa es sencillo ya que solo hay que arrastrar una foto y ajustarla de tamaño. No obstante, tenemos muchas más opciones, las cuales pueden parecer a las personas que no están muy familiarizadas con los ordenadores un caos, pero son bastante completas como, por ejemplo, ajustar la imagen a los bordes, el centrado automático en una hoja, la rejilla, etc.
Una vez tenemos ya perfectamente realizado nuestro fotolibro, se envía de forma online (es necesario tener conexión a internet) y se procede al pago.
Entre las cosas que más me han gustado se encuentran:
- La posibilidad de exportar un .pdf con una marca de agua para que nuestros futuros clientes lo vean maquetado antes de imprimirlo.
- Poder maquetar en InDesign o Photoshop para luego exportarlo directamente.
- Que te diga si la calidad de la foto es óptima o no cuando la redimensionas.
- Que se pueda realizar un ajuste de color para que la impresión sea lo mejor posible (esta opción es desaconsejada si revelas las fotos).
Sin embargo, mejoraría que tuviera más estilos de letra integrados en el programa. He visto la opción de “mostrar fuentes del sistema” para utilizar así las que tengamos en nuestro ordenador, pero nos avisa de que podemos tener problemas, sobre todo si usamos Windows, en las separaciones o en los trazos de las letras.
FOTOLIBRO
El fotolibro viene en una caja de cartón y recubierto con un plástico acolchado. El embalaje es sencillo, pero suficiente. La primera sensación es que tenemos en nuestras manos un libro ligero y robusto a la vez.
Nada más abrirlo percibimos un papel de calidad y una impresión con unos colores muy similares a los que tenían las fotografías en el ordenador. Para esta impresión, no usé los perfiles ICC que recomienda el laboratorio, por lo que es posible que algunas de las fotografías en las que predominan los colores negros se vean oscuras de más. Otro de los aspectos que me ha gustado es su apertura 180º para que se puedan ver de forma sobresaliente las fotografías a doble página.
Lo que menos me ha gustado, y, según he podido leer, no soy el único que lo piensa, es que la primera y la última fotografías estén pegadas en las tapas. Una manera de solucionarlo sería poniendo la primera y la última hoja en negro, pero estaríamos pagando esas dos hojas sin poder disfrutarlas.
Como anécdota, puedo decir que he tenido que usar el servicio técnico por un error en la impresión. Muchas veces tenemos duda sobre cómo actúan este tipo de servicios y es bueno poder conocerlos de primera mano. Algunos podrán pensar que esto es un punto negativo, pero, al contrario, el trato recibido y la inmediatez han sido dignas de mención.
El problema es que todas las hojas de la izquierda se metían como 0,5 cm en las de la derecha sin respetar el maquetado que yo había realizado con el software. Escribí un email a la empresa y, en menos de una hora, ya me habían dado una solución. Fue un error de tolerancias, una cosa que muy pocas veces ocurre. Me dieron la oportunidad de repetir el álbum digital o de realizar uno totalmente nuevo sin coste alguno. Mi opción esta vez fue hacer uno nuevo sobre el Proyecto 35 que desde hace tiempo tenía pensado imprimir. En menos de una semana tenía el fotolibro en mis manos sin ningún tipo de defecto.
En definitiva, estamos ante un producto de alta calidad en relación con su precio. Sus colores realistas, el tacto de sus páginas, la robustez al cogerlo, que no aparezca su logotipo y los rápidos plazos de entrega que siempre cumplen son, para mí, sus puntos fuertes. Y no puedo olvidarme del gran servicio técnico que tienen que, en todo lo que lo he necesitado, han estado sobresaliente. Sin lugar a duda, recomiendo a los que quieran tener un recuerdo en papel de sus fotografías que prueben este servicio, no quedarán decepcionados.
Si alguien desea saber algo más que no dude en ponerse en contacto conmigo.
Un saludo y hasta la próxima.
