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Viaje a Cantabria (Día III)

By 11 febrero, 2016No Comments4 min read

Comenzaba el tercer día y nuestra idea era visitar los Picos de Europa, y así fue. El primer destino fue Fuente Dé. Salimos bastante temprano para estar allí cuando abrieran el teleférico. Tuvimos suerte y no hubo mucha gente a esa hora, por lo que pudimos disfrutar de los impresionantes paisajes que nos rodeaban. Además, una agradable temperatura nos acompañó durante toda la mañana.

Fotografía de Cantabria

Fotografía de Cantabria

Fotografía de Cantabria

Era el turno de ir a Covadonga. Tras dos horas y poco de coche por sus innumerables curvas, llegamos al destino. En un viaje con mis padres, cuando era pequeño, ya había visitado Covadonga pero tenía un vago recuerdo. La Santa Cueva es uno de esos lugares que no se te olvidan así como así.

Fotografía de Cantabria

Rápidamente nos fuimos hacia los lagos, que por supuesto es visita obligada. Los famosos lagos de Covadonga están formados por tres lagos: Enol, Ercina y Bricial. Este último solo tiene agua durante el deshielo. Es un privilegio poder pasear por este lugar y ver a los animales en plena naturaleza.

Fotografía de Cantabria

Fotografía de Cantabria

Fotografía de Cantabria

Fue una pena no poder estar mucho más tiempo, pero nos esperaban varias horas de coche hasta llegar al hotel y comenzaba a anochecer. Una vez llegamos, descansamos un poco y empecé a preparar todo lo necesario para hacer fotografía nocturna. La cascada de El Bolao nos esperaba. Nada más llegar me quedé alucinado. Un manto de estrellas cubría nuestras cabezas. Tras andar unos diez minutos y descender por un camino de tierra, llegamos a la cascada.

Fotografía de Cantabria

Como veis, no es, ni por asomo, la mejor fotografía que podía haber tomado (ni buena composición, ni buena iluminación, etc.). Llevaba apuntada la tabla de la hiperfocal, pero algo pasaba que no conseguía sacar todo enfocado. Tras muchas intentos fallidos, decidí enfocar el primer plano teniendo que dejar desenfocadas las estrellas (a las semanas, en casa, me di cuenta que la tabla de la hiperfocal que tenía apuntada no era la correcta). Error de principiante. Entre este contratiempo y que no íbamos muy preparados para el viento y frío que hacía, apenas estuvimos unos 40 minutos.

Estaba jodido, realmente muy jodido por no haber sido capaz de realizar, al menos, una buena fotografía. Pronto me olvidé de eso. Mientras regresábamos al coche, miré al cielo y sentí cómo millones de estrellas nos observaban desde lo más alto. Un instante que ojalá se hubiera congelado en el tiempo. Espectacular.

Con esta pequeña “reflexión” quiero haceros ver que siempre, y aunque no lo parezca, lo más importante es vivir el momento y no sacar la mejor fotografía. No sé si volveré alguna vez o no, pero sí sé que, pese a no tener las mejores condiciones, fue un momento inolvidable.

Al día siguiente, salimos para Madrid, hicimos noche allí y ya de vuelta a casa.

Antes de terminar, quiero aprovechar estas líneas para agradecer el trato recibido por parte de los organizadores del XXX Congreso Internacional de la Asociación de Jóvenes Lingüistas en Comillas, así como a todos los participantes que volvimos a ver un año después del anterior Congreso en Murcia. Un placer.

Ahora sí, doy por concluido este pequeño diario de viaje. Espero que os haya gustado tanto como a mí compartirlo con vosotros. Como dije en la primera entrada, no fue un viaje puramente fotográfico pero sí puedo decir que lo disfruté con la mejor compañía del mundo: Silvia. ¡Nos vemos muy pronto!

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